martes, 27 de abril de 2010

Un poco de historia


La historia de la iglesia católica en nuestra comuna se remonta a mediados del siglo XIX, cuando los colonos alemanes ya instalados, en el año 1859 reciben por primera vez la visita de un sacerdote proveniente de Puerto Montt.
Las misiones jesuitas arribada a esa ciudad se encargaban de evangelizar a los colonos que estaban conquistando las agrestes riberas del imponente lago Llanquihue.
Los portadores de la fe partían en misiones que se mantenían por varios días en un mismo lugar pregonando la palabra, por lo que se hacía imperiosa la llegada de un sacerdote que guiara a los creyentes, y ello porque las misiones sólo se realizaban dos o tres veces en el año. Asi fue como se fueron creando los primeros lugares de culto y de oración. Se levantó la primera capilla en Playa Maitén, en honor a San José, en 1869, tras lo cual se construyó la de Quilanto en 1886; Arenales, en 1893; y posteriormente, en Puerto Octay, la dedicad a San Agustín, en el año 1896.

Como parroquia fue creada en marzo del año 1904, siendo su primer párroco el Padre Juan Mellwig, destacado sacerdote, conocedor de la zona, que había iniciado su labor misionera en 1885, residiendo en una casa que los mismos vecinos se encargaron de habilitar. Sin embargo, el 23 de marzo de 1907 un gran incendio arrasó con la casa parroquial y la iglesia, consumiendo en minutos el esfuerzo de los colonos. Gracias al gran esfuerzo y optimismo del padre Mellwig se logró iniciar las gestiones para levantar un nuevo e imponente templo que potenció la vida espiritual de la pequeña villa, y cuya materialización fue posible además por la cooperación de las tradicionales familias asentadas en la zona, trabajo que dio sus frutos cuando la nueva iglesia quedó terminada el 25 de marzo de 1908.

fuente: Artículo publicado en la revista “Hacia la Cumbre”, N° 120, año 19, diciembre de 2003. Publicación interna del obispado de Osorno.

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